Hay una frase que dice “Necesitas toda una vida para crear tu reputación y tan solo 1 minuto para destruirla”
¿Con esa imagen que vendes quieres que te compren?
Esto me da pie para hablar de la imagen que proyectamos, tanto en las redes sociales como en nuestro entorno.
En ocasiones no somos conscientes de lo expuestos que estamos. Las redes sociales, sobretodo, pero también un lugar público, nuestra actividad profesional o nuestra misma comunidad de vecinos puede convertirse en un escaparate de nuestras virtudes o defectos. De nosotros depende lo que queremos exponer.
En nuestra mano está sacarle partido a algo que irremediablemente va a suceder, vamos a dejar una impresión, (imprimir, marcar o dejar huella, como diría Andrés Pérez Ortega, uno de los mayores expertos en la materia), en el resto de personas que va a marcar un estado de opinión sobre nuestras acciones y por extensión sobre nosotros.
Si nos centramos en el ámbito profesional y la BÚSQUEDA ACTIVA DE EMPLEO, todo esto lo podemos exprimir PROYECTANDO la imagen de alguien interesad@ por tu profesión, que está al día, amable, colaborador, cercano, resolutivo, valioso, (aporta soluciones o información, tiene recursos…), comunicativo, en definitiva una imagen profesional, seria, responsable que transmita confianza y que nos haga ser valorados y posiblemente recomendados por las personas de nuestro entorno.
Todo esto enlaza con un post que escribí hace unos meses: