Hace unos días viendo un programa de televisión en el que contaban las experiencias de una empresa me vino a la memoria una tipología de trabajador/a bastante frecuente en la fauna laboral.
En nuestras selvas empresariales nos podemos encontrar con una especie, endémica, sigilosa y en apariencia inofensiva, los llamados FALSOS APASIONADOS, nombre científico «Falsum passionis» clasificado como parásito. Cuidado con aquellas personas que llegan con una sonrisa, cargadas de buenas intenciones y diciendo lo entregadas que son en su trabajo. Hay un refrán que dice, “dime de lo que presumes y te diré de lo que careces” y en este caso se ajusta a la perfección. Estas personas suelen ser las que más excusas ponen, menos tiempo tienen, no se implican, menos trabajo realizan y más orgullosas se sienten de lo poco que hacen. Suelen ser bastante “sofisticadas” y tratan de rentabilizar muy bien su poco esfuerzo, se sienten trabajadores incansables y ciertamente viven en una realidad paralela que nada tiene que ver con lo que los demás perciben. Idolatran a cualquier persona de cierta relevancia “dándole bola” con tal de tener cierto reconocimiento social.
Supongo que llegados a este punto has reconocido a alguien con estas características, ¿Verdad?
No dejes que te saboteen emocionalmente. Haz tu trabajo lo mejor posible y ponle como seña de identidad algo que a ellos nunca se les ocurría, PASIÓN POR LO QUE HACES, eso es algo que no se puede imitar y que los demás sabrán identificar rápidamente.
Etimológicamente, la palabra pasión viene de la palabra padecer, tanto en latín como en griego e incluso en la primera acepción en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española aparece padecer. Pero es cierto que profesionalmente un/a apasionado es quien que ama su trabajo , algo que no es ni debería entenderse como algo negativo sino como un sentimiento que te acerca a la excelencia profesional.
Será que no estamos acostumbrados a vivir la pasión como algo positivo. :(
Hola Diego, ¡claro que me vienen nombres a la cabeza! y que verdad, que la pasión es la que diferencia. El otro día oía comentar a un consultor, Marcos Urarte, que en la mayoría de las empresas hay: un 18% de «motiveitors», un 60% de «vegeteitors», un 22% de «amargeitors» y un 6% de «saboteitors». Creo que está claro donde meteríamos a esos falsos apasionados.
Un saludo,
Mercedes
http://mercedesgigosos.blogspot.com.es/
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Es un placer leerte Mercedes. En el congreso de ASESCO también estuvo Marcos Urarte y contó eso mismo, jeje. Muchas gracias por pasarte y un abrazo, A ver cuando coincidimos.
Un saludo.
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