Me gustaría rematar el tema de la gestión del tiempo con una idea previa a cualquier formación que todos los asistentes deben tener claro.
La base sobre la que se levanta una buena gestión del tiempo, es la actitud.
Y para explicarlo voy a poner un ejemplo:
Imaginad que por los rigores climatológicos propios de estas fechas os sentís mal físicamente, ese catarro otoñal inoportuno e indeseado, y ante esta situación decidís acudir al médico. Como todos sabemos, acudir al medico no nos soluciona nuestros problemas de salud, unicamente hemos dado el primer paso para la solución del problema, de la misma forma el hecho de acudir a una formación sobre la gestión del tiempo desgraciadamente tampoco nos va a solucionar nada.
Una vez que nos recibe el médico, pregunta qué nos sucede, los síntomas que tenemos, nos ausculta y comprueba el estado en el que nos encontramos… Si lo trasladamos a la gestión del tiempo sucede lo mismo, podemos evaluar la situación, comprobar lo que se hace y cómo se hace, detectar situaciones de mejora… pero tras esta evaluación tampoco podemos afirmar que consigamos la «curación».
Teniendo todos los datos en la mano, el médico puede elegir el tratamiento más adecuado para el paciente y explicarle la manera de la que debe hacer uso de los remedios que cree el médico serán beneficiosos para la salud del mismo, pero llegados a este punto tampoco nada asegura la recuperación del paciente ya que conocer los medicamentos que nos curarán no ayuda a la curación. Como podeis imaginar, en el caso de la Gestión del tiempo sucede lo mismo.
Ni siquiera comprar los medicamentos recetados nos cura ya que la posesión de medicamentos no mejora el estado físico del enfermo. Única y exclusivamente nos curará la rigurosa puesta en práctica de los consejos médicos, y después de unos días empezaremos a notar una mejora. Estoy seguro que habreis deducido que esto también sucede en el ámbito de la Gestión de tiempo, la herramientas no solucionan nada, la verdadera solución viene a través de la correcta aplicación de las mismas, de la implicación y actitud frente a las situaciones.
Si entendemos esto, a parti de aquí podemos iniciarnos en el conocimiento de técnicas, recursos y tareas organizativas con respecto a la Gestión de nuestro tiempo ya sea en nuestro trabajo, en nuestra búsqueda de empleo, en nuestras relaciones familiares o cualquier otro ámbito al que lo queramos aplicar.