Este sábado pasado, tuve la oportunidad de asistir a una clase magistral sobre coaching de un Coach de la categoría y prestigio de Vicente Calatayud, del que tanto he aprendido en los últimos meses.
Ética, responsabilidad, profesionalidad, tacto en las relaciones humanas, carisma, son algunas de las sensaciones que desprende en las experiencias en las que comparte su sabiduría.
Todo ello me hizo reflexionar sobre la manera de afrontar los distintos retos que nos propone la vida y cómo en ellos participan aspectos que podemos transformarlos en positivos o negativos. Dichos aspectos están presentes en todas las acciones que realizamos y de nosotros depende canalizar en un sentido u otro todo aquello que nos suceda.
Como si se tratase de una moneda, todas las acciones de nuestro día a día, pueden generar oportunidades o fracasos en función de la manera que gestionemos las situaciones. Lo que para alguien puede presentarse como una oportunidad, la misma situación puede presentarse como un enorme fracaso para otra persona. El estado de ánimo, una visión positiva o las expectativas generadas pueden hacernos ver de forma distinta las cosas que nos rodean.
Lo que me permite deducir que todos los conceptos participan de un aspecto positivo y otro negativo, el bien necesita del mal para existir y viceversa. Todo depende de nosotros para utilizar la cara de la moneda que prefiramos en cada caso.
Debemos recordar que siempre existen las dos caras de la moneda y siempre podemos elegir cara aunque sepamos que también existe la cruz.
¿Cuál eliges?