Una de las preguntas que nunca dejo de realizar a las personas con las que entro en contacto en el ámbito de la Orientación es ¿qué vas a hacer una vez acabes la formación actual?
En muchas ocasiones, la respuesta no ofrece un plan determinado y eso en la búsqueda activa de empleo es preocupante. La formación del trabajador no debe acabar nunca por lo que es necesario reflexionar sobre aquellas cuestiones en las que consideres que hay que mejorar.
La planificación a corto-medio plazo debe ir encaminada a consolidar los cimientos de la actividad en la que has decidido profesionalizarte. Toda formación será positiva si suma.
Para un fontanero, de poco le servirá profesionalmente realizar un curso de cocina, por ejemplo. En cambio si detecta que en su profesión dentro de los requisitos que se solicitan en los procesos de selección existen conocimientos de alguna materia que no domina, su planificación debe pasar por formarse y practicar en esos campos en los que tiene su punto débil para favorecer sus posibilidades para obtener un empleo.
La idea es complementar e ir “rellenando huecos” en el conocimiento y experiencias para hacer más sólida la profesionalidad y aumentar la EMPLEABILIDAD.